Navezuelas en otoño.

El castaño, las castañas: economía sostenible y ecología.
Octubre, comienzos del otoño, los castaños esperan la lluvía para que los "erizos", maduren con el suficiente grosor.
Los habitantes de Navezuelas esperan la cosecha de castaña, su recurso más valioso. Si la cosecha es buena y los precios fueran razonables, la castaña supone un apoyo importante para la economía familiar.





Hay que vigilar el castaño, observar el número de erizos en sus ramas y si éstas comienzan a curvarse por el peso. Señal de que el fruto no está vano.







Para mayor seguridad se suele coger un erizo de prueba y se abre.










Efectivamente, aparecen ya las castañas tiernas. Están madurando poco a poco.









El otoño avanza en Navezuelas y se pone traje de noviembre...










 Las Villuercas comienzan a vestirse de ocres...















Las castañas maduran y loe erizos se abren...









Y el fruto seco cae del castaño en un incesante goteo de ruidos pausados y armónicos.













Cuando la castaña cae la hoja se mantiene en la rama del castaño, pero su verdor ha desaparecido.








El sol de otoño en Villuercas, es cálido y acogedor. Seguraqmente el más confortable del año.












La castaña ha madurado y la cosecha ya está en la tierra. Comienza la recolección.




















Esta tarea de "coger castañas", se prolongará durante todo el mes de noviembre.










En el castañar, entre hojas y erizos secos, como coquetas sombrillas de castañas, brotan innumerables setas.


















El campo, un día claro de otoño en las Villuercas, te invita al senderismo.












El bosque de castaños en Navezuelas y en otoño, siempre es sugerente. Una genuina variedad de colores ocres, amarillentos y tostados te embelesan. es la antítesis del revivir de la hoja verde en primavera, esto es el dulce encanto de la decadencia, de la hoja seca en el suelo anunciando el fin de un ciclo.
Todo acaba.





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