Tengo la suerte de ser en la
actualidad, la directora del C.R.A. “Las Villuercas”, y por esta
razón me toca decir unas palabras en este día tan importante.
Quisiera resaltar la labor como docente realizada por nuestro
compañero Alfonso, siempre vinculado al ámbito de la Educación
Rural, desde sus comienzos en Madroñera, poniendo en valor todo lo
positivo que tiene la educación en este medio.
Alfonso, fuiste pionero en usar las
Nuevas Tecnologías y estoy convencida de que a muchos niños y niñas
les abriste un nuevo mundo. Con tu esfuerzo y tu trabajo has sido
capaz de mantener a flote este barco que es el C.R.A. “Las
Villuercas” la que será siempre tu casa. No sólo alumnos sino
muchos compañeros que hemos tenido el gusto de trabajar a tu lado,
recordamos tu buen hacer, tu saber estar, tus enseñanzas, tus
refranes siempre acertados, tu infinita paciencia y “siendo las
15.30h del día de la fecha, se comienza a leer el acta de la sesión
anterior…”. ¡Gracias Alfonso!
Para terminar me gustaría dedicarte
un poema de Gabriel Celaya que explica cuál es la función de un
maestro y nos indica que el proceso de enseñanza- aprendizaje nunca
termina, ser MAESTRO es algo que perdura durante toda nuestra vida.
Educar
es lo mismo
que
poner motor a una barca…
hay
que medir, pesar, equilibrar…
…y
poner todo en marcha.
Para
eso, uno tiene que llevar en el alma
un
poco de marino…
un
poco de pirata…
un
poco de poeta…
y
un kilo y medio de paciencia concentrada.
Pero
es consolador
soñar
mientras uno trabaja,
que
ese barco, ese niño
irá
muy lejos por el agua.
Soñar
que ese navío
llevará
nuestra carga de palabras
hacia
puertos distantes,
hacia
islas lejanas.
Soñar
que cuando un día
esté
durmiendo nuestra propia barca,
en
barcos nuevos seguirá
nuestra
bandera enarbolada.
Ana
Mª Sánchez Salcedo
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